Depende de cuánto
La migraña está considerada por la Organización Mundial para la Salud (OMS) como la octava enfermedad incapacitante a escala global en relación a la esperanza de vida de cada individuo.
En España casi 5 millones de personas padecen esta dolencia neurológica limitante. Los estimulantes están desaconsejados para esta prevalencia pero, ¿son realmente perjudiciales?
A continuación analizamos su influencia.
Debemos señalar que, de entrada, la consideración de un alimento o sustancia como “factor desencadenante” pasa por presentar la característica de provocar una reacción, del tipo que sea, en menos de tres horas desde que ese producto es consumido.
Cada ser humano presenta unas características definitorias y diferenciadoras, por lo que la gestión de los alimentos desencadenantes que se incluyen en los listados de sustancias a eliminar de nuestra rutina alimentaria debe realizarse en función de la reacción a esa sustancia de forma personalizada.
De nada vale eliminar un listado de alimentos de la dieta si sus características no están incidiendo en la patología concreta que se padece.
La mejor manera de verificar los efectos dañinos de una sustancia sobre el organismo, y particularmente su incidencia sobre una enfermedad concreta, debe realizarse mediante la toma de notas en un calendario.
El control de la alimentación detallada arrojará datos más fiables que cualquier listado genérico.
Café y migrañas. El gran interrogante
Para las personas que sufren migrañas, saber si el consumo de café es perjudicial para su dolencia es de suma importancia. La ingesta de café está altamente generalizada en nuestra sociedad y constituye un recurso para activar el organismo frente a las labores diarias. Es un elemento predominante en la rutina diaria.
Inicialmente, los extremos son perjudiciales. Es decir, no es conveniente abusar de forma masiva de una sustancia, como es el caso de la cafeína del café, pero tampoco erradicarla totalmente de nuestra dieta.
En realidad, la cafeína del café posee una doble peculiaridad fácilmente explicable mediante el razonamiento biológico de la aparición de la cefalea y el efecto del café sobre la misma.
En el instante previo al dolor de cabeza, los vasos sanguíneos sufren un agrandamiento.
Por su parte, los niveles de cafeína presentes en el café poseen propiedades vasoconstrictoras; es decir, provocan un estrechamiento de los vasos meníngeos y pueden resultar beneficiosas ante un dolor de cabeza moderado.
Además, el tratamiento de la migraña con analgesia se ve mejorado, ya que la cafeína favorece la absorción de los analgésicos y auxilia la estimulación del sistema nervioso central.
En el caso de fuertes migrañas, moderar el consumo de café es conveniente, no solo por sus efectos excitantes sino por el denominado “efecto rebote” de la cafeína. La dependencia generada de su consumo deriva en un síndrome de abstinencia ante su retirada brusca.
Esta dependencia a la cafeína cursa con el desencadenamiento del dolor ante la ausencia de la sustancia que, de forma recurrente, estimulaba nuestro organismo. De este modo, el café es excitante por su efecto y genera síntomas ante su eliminación.
El café, a análisis
En diferentes estudios sobre este tema se ha llegado a imprecisas conclusiones sobre la verdadera injerencia de la cafeína sobre los dolores de cabeza, cefaleas y migrañas. Sin embargo, sí se ha llegado a la conclusión de que su excesivo consumo es perjudicial y aumenta la intensidad de las mismas.
Estudios realizados con anotaciones de pacientes que padecen migrañas, quienes registraron su consumo de café, té, refrescos y bebidas energéticas, arrojaron datos muy concretos: el consumo de tres o más dosis de cafeína al día aumentan la posibilidad de padecer migraña ese mismo día o al día siguiente.
Este dato, sin embargo, no es categórico, ya que los propios estudios cuestionaban si el consumo de café con mayor incidencia se habría producido para tratar de paliar los efectos de una migraña que estuviese sucediendo.
El consumo de cafeína podría, pues, considerarse una causa o existir la causalidad inversa.
Niveles de resistencia a la cafeína
A estos factores de estudio hay que añadir un elemento que dificulta el análisis global: la tolerancia a la sustancia. Determinar el efecto de la cafeína sobre una migraña es complejo, ya que el nivel de tolerancia es distinto en cada individuo.
Así, el aumento de la dosis de cafeína puede provocar migrañas en individuos poco acostumbrados a su consumo de igual manera que sujetos con costumbres de consumo altas pueden padecer cefaleas muy dolorosas si no ingieren la dosis acostumbrada.
Cada persona es un mundo, pero lo que parece quedar claro es que la cafeína presente en sustancias como el café y otros estimulantes no les resultan indiferentes a los vasos meníngeos. Seamos prudentes (y responsables) con su consumo.